Título: Los Borodin IV. Esperanza y gloria (en el idioma original, Hope and Glory).
Autor: Christopher Nicole.
Sinopsis: Stalin dirige Rusia [...], envía a Tatiana Nej de gira por Europa para mostrar la danza rusa. Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania invade la Unión Soviética, con quien había firmado un pacto de no agresión. Inicia también la persecución de los judíos [...]. John Hayman y Natasha Brusilova ven frustrada su boda luego de la invasión y, [...] forman parte de los guerrilleros del Prípet, [...], durante cuatro años de guerra brutal. (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Selector, S. A. de C. V.
¿Qué les puedo decir? La Segunda Guerra Mundial debe causar en varios curiosidad morbosa, u horror curioso, como quieran verlo. Hace que la mayoría de la gente de la actualidad se pregunte qué le pasaba por la cabeza a quienes apoyaron las ideas de Hitler, causando con ello, entre otras cosas, millones de muertes sin justificación real. ¿Y a qué viene lo anterior? A que, como habrán visto por la portada de esta entrega de Los Borodin, ahora seguimos la pista de esta familia rusa en ese crudo pasaje de la humanidad.
Para que se vea mejor la Rusia comunista ante el mundo, Stalin decide concederle permiso a Tatiana Nej, hermana de Ilona Hayman y Peter Borodin, a dar una gira artística por Europa. Tatiana es una bailarina muy apreciada en su patria, lo cual Stalin pretende usarlo para demostrar que no es solo un líder interesado en tener a sus compatriotas bajo un yugo despiadado (como el mundo ha estado viendo al comunismo). En tanto, en Alemania se vislumbra algo sombrío con Hitler y sus discursos, por lo que personajes como George Hayman temen que haya que vérselas con otra guerra. Por desgracia no se equivocó, se desata el horror y una de las afectadas es la Unión Soviética, pese a que había una especie de alianza con Alemania... y directamente esto pasa a afectar a John Hayman, que se encontraba en territorio ruso para casarse y ahora se ve obligado a pelear del lado del país de sus antepasados maternos, aunque siga sin aprobar varios de sus métodos.
Aunque algunos personajes de Nicole hacen su aparición en este volumen, también se repite lo del anterior, en el cual hay nuevas caras para representar ideas y sentimientos de ese periodo histórico. Mucha de la acción se desarrolla en Rusia, como es costumbre, así que Nicole nos presenta algo que, en lo personal, no recuerdo de mis clases de Historia: que en Rusia se vieron obligados a iniciar una guerra de guerrillas en una zona pantanosa conocida como el Prípet, con tal de defender un poco sus fronteras ante la invasión de un país que se había dicho su aliado y acabó traicionándolo. Lo que recuerdo de la Segunda Guerra Mundial respecto a Rusia es que Hitler quiso invadir esa nación y acabó en retirada, entre otras cosas, por no estar consciente de las bajas temperaturas, lo cual trajo tremendas bajas a los nazis, pero poco más. Eso y lo de las guerrillas en el Prípet hacen que, lo quieras o no, les tengas un poco más de respeto a los rusos, dejando a un lado el gobierno que tenían entonces o los métodos que tuvieron que emplear.
Por otro lado, aunque no lo he mencionado mucho, en esta serie hay personajes que se vieron cruelmente involucrados en la política de Hitler debido a su origen, puesto que son judíos (o al menos, de orígenes judíos). Se muestra un campo de concentración, sí, pero no precisamente como varios presentados en otras obras, así que dan escalofríos enterarse que eso existió y se vuelve a desear que jamás se dé de nuevo semejante cosa.
En fin, ahora iré con la siguiente entrega, en la cual se ve lo que pasó en la posguerra con los Borodin y su descendencia. Y claro, lo que algunos líderes hicieron en ese periodo. Porque aunque la masacre terminara, las rivalidades internacionales no.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
Para que se vea mejor la Rusia comunista ante el mundo, Stalin decide concederle permiso a Tatiana Nej, hermana de Ilona Hayman y Peter Borodin, a dar una gira artística por Europa. Tatiana es una bailarina muy apreciada en su patria, lo cual Stalin pretende usarlo para demostrar que no es solo un líder interesado en tener a sus compatriotas bajo un yugo despiadado (como el mundo ha estado viendo al comunismo). En tanto, en Alemania se vislumbra algo sombrío con Hitler y sus discursos, por lo que personajes como George Hayman temen que haya que vérselas con otra guerra. Por desgracia no se equivocó, se desata el horror y una de las afectadas es la Unión Soviética, pese a que había una especie de alianza con Alemania... y directamente esto pasa a afectar a John Hayman, que se encontraba en territorio ruso para casarse y ahora se ve obligado a pelear del lado del país de sus antepasados maternos, aunque siga sin aprobar varios de sus métodos.
Aunque algunos personajes de Nicole hacen su aparición en este volumen, también se repite lo del anterior, en el cual hay nuevas caras para representar ideas y sentimientos de ese periodo histórico. Mucha de la acción se desarrolla en Rusia, como es costumbre, así que Nicole nos presenta algo que, en lo personal, no recuerdo de mis clases de Historia: que en Rusia se vieron obligados a iniciar una guerra de guerrillas en una zona pantanosa conocida como el Prípet, con tal de defender un poco sus fronteras ante la invasión de un país que se había dicho su aliado y acabó traicionándolo. Lo que recuerdo de la Segunda Guerra Mundial respecto a Rusia es que Hitler quiso invadir esa nación y acabó en retirada, entre otras cosas, por no estar consciente de las bajas temperaturas, lo cual trajo tremendas bajas a los nazis, pero poco más. Eso y lo de las guerrillas en el Prípet hacen que, lo quieras o no, les tengas un poco más de respeto a los rusos, dejando a un lado el gobierno que tenían entonces o los métodos que tuvieron que emplear.
Por otro lado, aunque no lo he mencionado mucho, en esta serie hay personajes que se vieron cruelmente involucrados en la política de Hitler debido a su origen, puesto que son judíos (o al menos, de orígenes judíos). Se muestra un campo de concentración, sí, pero no precisamente como varios presentados en otras obras, así que dan escalofríos enterarse que eso existió y se vuelve a desear que jamás se dé de nuevo semejante cosa.
En fin, ahora iré con la siguiente entrega, en la cual se ve lo que pasó en la posguerra con los Borodin y su descendencia. Y claro, lo que algunos líderes hicieron en ese periodo. Porque aunque la masacre terminara, las rivalidades internacionales no.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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