Buenas noches, damas y caballeros. Su servidora celebra que está llegando el final del año, porque bueno, lo admito, haber llegado hasta acá entera, con empleo y con la imaginación más o menos intacta es un logro. Pero no vengo a aburrirlos con mi vida...
Bueno, no mucho. No sé si alguien lo habrá notado, pero en Twitter (y recientemente en Facebook) he declarado hasta el cansancio que me he quedado sin voz. Sí, literalmente sin voz. Imaginen la escena: el martes pasado fue evidente que había pescado un buen resfriado, pero estaba en inventario, así que no podía dejar de contar papas, galletas y refrescos nomás por eso. El miércoles estornudé un poquito, y al final de la jornada laboral del jueves, me escuchaba ronca. Cuál va siendo mi sorpresa cuando el viernes no podía hacerme oír. En la oficina se lo tomaron a broma (hay que ver qué carretas pueden ser mis compañeros), pero yo no tanto, porque nunca me había pasado (al menos que recuerde). Y el sábado fue peor, porque se realizó la que llamaron "posada de administrativos" y ahí voy, a la fiesta, y no sé cómo me obligaron a pasar al karaoke con la media voz que alcancé a recuperar y que para el domingo volví a perder. Así, me tienen hoy sin saber contra quién despotricar más, si contra el resfriado, contra mis compañeros de trabajo o contra mí misma, por ser tan blanda ante las súplicas (cabe destacar que "El Favor de la Soledad", la canción que canté, me salió horrible. Ni quise ver con qué me calificaron. El ridículo era bastante de por sí).
Ahora, después de semejante perorata sobre mi salud actual (prometo no volver a hacerlo... en un mes o dos, quizá), debo hacer mención a dos premios (sí, dos) que le han dado a mi blog. Uno de ellos, por partida doble (lo sé, soy estupenda, ¡la megalómana ha hablado!).
Así pues, veamos qué tenemos por aquí...
Este me lo otorgó la buena de Ine, esa chica que en las anécdotas de la OSECI encarna a Writer_Lady, mi Sacerdotisa Escribana (ah, cómo me cae bien esta chica). Algo decía de otorgarle el premio a más blogs pero... ¡Nah, olvídenlo! Soy una vaga, a duras penas leo lo que dos o tres personas suben a sus respectivos espacios, aparte de seguir los blogs dedicados a traducir manga (Bell revela aquí su lado otaku, ignórenla). Cuando piense en una lista suficientemente larga, quizá edite esta entrada y la ponga.
Por otro lado, ¿qué más hay por aquí?
Este lindo premio verde también me lo dio Ine, y recientemente, Nea, la excelsa chica del tierno látigo (Bell espera no haber espantado a nadie diciendo eso). Aquí el asunto también es otorgarle el premio a otros blogs; además, hay que mencionar siete cosas de una, cosa que hice con el primer premio que me dieron. Eso es más fácil de hacer.
- Odio estar enferma. Me resfrío fácilmente con los cambios bruscos de clima (no recuerdo muchas Navidades en las que no me la pasara estornudando o sonándome la nariz). Lo irónico es que tampoco me gusta medicarme, pero tengo que hacerlo.
- Detesto el frío. En parte por lo anterior, hace que me enferme. Además, cuando hace frío, mis manos se convierten en témpanos. Nadie en mi casa quiere que lo toque. Quizá de ahí saqué la maldición que aparece en mi fic "Telaraña".
- Adoro el verano. El verano en el hemisferio norte, aclaro. Será porque a principios de esa época nací. Aunque admito que en los últimos años, mis cumpleaños son más bien simplones (por no decir desesperantes, decepcionantes, aburridos o todo eso junto). Este año no estuvo tan mal. Pero el del año pasado ha sido de los peores.
- Me gusta mi pelo. Es distinto al del resto de mi familia: dejo que se seque solo después de bañarme y se me hacen unas ondas muy lindas. Peinarlo a veces es una lata, pero aún así lo quiero.
- Creo que ya lo he mencionado, pero me considero una paradoja andante. Soy contadora de profesión. Soy escritora por elección. Y creo que en las dos cosas me va bien (dentro de lo que cabe).
- El año pasado, en Navidad, fui la "Santa" de mi familia: con los ahorros que tenía (porque estaba desempleada) fui la que compró los regalos (a mis dos hermanos, a mis padres, a mi cuñado y a mi única ahijada). Lo irónico (y triste) ¡es que nadie me dio nada!. He decretado que este año deben regalarme ellos a mí y aún así, porque soy demasiado buena (o quizá demasiado mensa, no me decido), ya les ando buscando regalos a todos... otra vez.
- Este año iba a aprender a conducir. No creo que en las pocas semanas que queden, lo consiga. Así que será uno de mis propósitos de Año Nuevo.
Siendo todo de momento, me despido. Cuídense mucho y nos leemos pronto.
Ohlalá! ¡Felicidades!
ResponderEliminarDeberías probar tomar algo de miel, dicen que ayuda a relajar la garganta (aunque no sé si funciona para estos casos o sólo cuando tienes tos)... Tal vez ayude :D
¡Saludos!
Felicidades por los premios ^^
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