sábado, 20 de julio de 2013

Tinta a la Carta XLVIII: Comida en cinco tiempos

~Aperitivo~
Marta la rara
(Ana Bermejo)
Su redacción, que ha acabado siendo más famosa que Harry Potter, decía más o menos así: «Mi familia es gente normal. Bueno, todos menos mi hermana, que es más bien rarita. Tiene trece años, lleva un horrible aparato en los dientes y unas gafas azules de lo más cursis. Se llama Marta, aunque todos la llamamos Marta Bis porque tiene doble personalidad.» Y añadía el muy cenutrio: «Lo de mi hermana es como lo de Jekyll y Hyde. Por la mañana puedes encontrarte con una Marta ñoña, que viste tutú, se traga los programas más petardos de la tele y se pirra por los bocatas de nocilla; y por la tarde aparece Marta la Intrépida, discípula aventajada de Mortadelo y Filemón, que atrae los problemas como un imán y es capaz de meterse en los líos más increíbles. Vamos, que mi hermana parece la niña de El exorcista

~Entrada~
Puro
(Julianna Baggott)
—Perdiz —susurra la chica, a quien pronunciar ese nombre le resulta extraño, demasiado personal. Aun así, lo repite —Perdiz, ¿estás bien?
El chico se vuelve a poner la capucha y se sienta en una roca intentando recobrar el aliento, con los brazos en torno a la mochila.
—Perdón.
—¿Perdón por qué? —pregunta Pressia.
—Por gritar. Me dijiste que no gritara —se restriega el hollín de una mano con el pulgar y luego se queda mirando el dedo —La tierra —dice con una voz sorprendentemente tranquila.
—¿Qué pasa?
—Que está sucia.

~Plato Fuerte~
Tormenta de Espadas (Canción de Hielo y Fuego III)
(George R. R. Martin)
—Estaba deseando que hicierais alguna tontería.
Sacó la espada de la vaina justo a tiempo para detener el primer golpe de Polliver.
Arya retrocedió un paso cuando empezó la canción del acero. El Cosquillas saltó del banco con una espada corta en una mano y un puñal en la otra. Hasta el rechoncho escudero de pelo castaño se había levantado y se buscaba el puño de la espada. Arya cogió la copa de vino y se la tiró a la cara. Tuvo mejor puntería que en Los Gemelos; la copa lo acertó de pleno en la enorme espinilla blanca, y el chico cayó de sentón.

~Entremés~
Cazadores de Sombras 2. Ciudad de Ceniza
(Cassandra Clare)
—¿Recuerdas que nos preguntamos si eso que Clary hizo funcionaría o no? —preguntó —Pues ya lo creo que funciona.
Alec parecía totalmente horrorizado.
—¿Qué dije?
—Has dicho que estabas saliendo con alguien —le contestó su padre —Aunque no has llegado a aclarar por qué era tan importante decírnoslo justo ahora.
—No lo es —repuso Alec —Quiero decir, no estoy saliendo con nadie. Y no es importante. O no lo sería si estuviese saliendo con alguien, cosa que no hago.
Magnus lo miró como si fuera un imbécil.

~Postre~
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
(J.K. Rowling)
—¿Están seguros de que lo han pensado bien? —perseveró Harry.
—Mira —replicó Hermione […] —llevo días preparando el equipaje, así que estamos listos para irnos en cuanto nos lo digas. Pero has de saber que, para conseguirlo, he tenido que hacer magia muy difícil, por no mencionar que he robado todas las existencias de poción multijugos pertenecientes a Ojoloco delante las narices de la señora Weasley.
»También les he modificado la memoria a mis padres, para convencerlos de que se llaman Wendell y Monica Wilkins y que su mayor sueño era irse a vivir a Australia, lo cual ya han hecho. […]
»Si salgo con vida de nuestra caza de los Horrocruxes, iré a buscarlos y anularé el sortilegio. De lo contrario… bueno, creo que el encantamiento que les he hecho los mantendrá seguros y felices. Porque Wendell y Monica Wilkins no saben que tienen una hija.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

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