sábado, 13 de julio de 2013

Tinta a la Carta XLVII: Almuerzo en cuatro tiempos

~Aperitivo~
La era blanca
(Daniel J. Oropeza)
Jusf sonrió. Solo faltaba un pequeño tramo y llegaría. Comenzaba a mirar con curiosidad a todos los lugares, esperando de pronto encontrarse con un pequeño árbol, y luego con otro un poco más grande, y después uno más grande hasta llegar a uno que, quizá, le triplicase la altura a todos los árboles que pudiera ver jamás. Sí, él estaba seguro de que se encontraría con eso.
Hasta que un fuerte ventarrón pareció golpearlo. Hubo un sonido seco y cayó al suelo, rebotó un poco y luego quedó allí, tendido. Jusf nunca se habría imaginado que, cuando el canto estaba más cerca, algo lo sacaría de su ensoñación; y que, en ese preciso instante, alguien observaba desde la ventana de su casa, expectante a que algo sucediese.

~Entrada~
Salvavidas
(James Patterson y Andrew Gross)
Henri Gaume nació en 1836 en Clamart. Durante un tiempo pintó en Montmartre e hizo varias exposiciones entre 1866 y 1870 en el prestigioso Salón de París. Luego desapareció del ambiente artístico. El cuadro robado se llamaba Faire le ménage o Quehaceres domésticos, Se trataba de una lavandera mirándose al espejo sobre una palangana.
Ellie llamó a la galería donde Stratton alegaba que había comprado la pintura. El dueño casi no la recordaba. Dijo que provenía de una anciana de Provenza.
No puede ser la pintura. Gaume es un pintor demasiado común,
¿Habría algo en ella? ¿Un mensaje? ¿Por qué Stratton estaba tan ansioso por recuperarla? ¿Qué valía tanto como para justificar el asesinato de seis personas?

~Plato Fuerte~
¿Problemas? ¡Dímelo a mí!
(Lucy Frank)
—[…] ¿Quieres que vaya más despacio?
—No, así está bien —respondí, intentando no partirme de risa mientras escribía.
—¿Qué te parece tan divertido? —Will se acercó y leyó en voz alta por encima de mi hombro —«Le escribo para hacer una reclamación oficial sobre el saltarín y divertido cocinero. La docena de ocas que habíamos encargado no llegaron lo rápido que hubiera sido necesario. Estaban todas muertas.» Pero Iris… —Will también estaba desternillándose de risa —Esto no es lo que te he dictado.
—Pero es eficaz y no deja al que lee ninguna duda sobre el motivo de la reclamación y lo que debe hacer, ¿no te parece?
—Desde luego. Debe mandar otras ocas.

~Postre~
Exploradores de las sombras
(Robert Kurson)
—¿Qué sucede? —preguntó Gila, mientras se sentaba al lado de Nedel.
Por unos minutos, ninguno de los hombres pudo hacer otra cosa que llorar. Nedel no pronunció una sola palabra. Al fin, uno de los hombres dijo.
—Ninguno de nosotros regresará vivo.
—¿Qué estás diciendo? —soltó Gila —Por supuesto que van a regresar.
—No, no regresaremos —afirmó otro.

Con mis agradecimientos a Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

1 comentario:

  1. ¿El nombre del libro del plato fuerte es ¿Problemas? ¡Dímelo a mí!? Me ha gustado mucho =3
    Por cierto, he visto que estás con Incarceron actualmente, ¿qué te ha parecido?, este libro me llama mucho la atención pero no logro encontrarlo en la librería y además la extensión me pone a dudar.

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