Título: El Nigromante (en el idioma original, The Necromancer).
Autor: Michael Scott.
Sinopsis: [...] Josh y Sophie Newman están por fin en casa. Sin embargo, no todo está solucionado: ninguno de los dos ha conseguido la pericia mágica que necesitan para protegerse de los oscuros Inmemoriales [...]. Por otro lado, Dee también tiene problemas: quiere recuperar el Libro de Abraham completo y necesita la ayuda de los Arcontes. Para que el plan funcione debe resucitar a la Madre de los Dioses. Y para ello tiene que preparar a un nigromante. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Roca Editorial de Libros, S.L.
¿Qué les puedo decir? En esta cuarta entrega de Los secretos del inmortal Nicolas Flamel, las cosas se empiezan a poner tensas... O mejor dicho, se tensan más. Y bueno, eso ayudó a que leyera mucho más rápido, lo cual me tranquiliza, creí que perdía facultades (?). Así las cosas, y como esta parte tiene una portada con detalles que me gustan (kanjis, espirales, la piedra del Sol...), mejor me dejo de tonterías y entro en materia. Aunque cuidado, a estas alturas diré detalles que quizá se consideren spoilers, pero si llegaron aquí, aténganse a las consecuencias.
Después del "viajecito" que los mellizos Newman han tenido, por fin están de regreso en San Francisco. Llegan a casa, aunque no por mucho, ya que inesperadamente llega una visitante con la firme intención de hablar con ellos: Aoife de las Sombras, hermana gemela de Scathach.
Por otro lado, el doctor Dee ha caído en desgracia ante los Oscuros Inmemoriales a los que sirve, quienes lo han declarado una especie de indeseable y le pusieron precio a su cabeza. Con eso bien claro, Dee elabora un plan para no caer en sus manos y luego de forjar una alianza con Virginia Dare, otra inmortal, también regresa a San Francisco, dispuesto a declarar la guerra a aquellos a quienes servía y, de paso, procurarse el control del mundo.
Seguimos con las aventuras sobrenaturales, el desmoronamiento de las creencias que Sophie y Josh tuvieron prácticamente toda su vida, y empezamos a vislumbrar que los buenos no son perfectos y que los malos pueden ser todavía peor. Aparecen un montón de personajes nuevos (como las mencionadas Aoife y Virginia), algunos de los cuales usan nombres que conocemos de sobras por mitos y leyendas. ¡Oigan!, incluso un Inmemorial y una Arconte (raza anterior a los Inmemoriales y con tecnología avanzadísima que nosotros veríamos como "magia") son conocidos en nuestra realidad como dos legendarias deidades aztecas (de allí parte de las ilustraciones de la portada, ¿ahora entienden por qué a Bell le gusta?). El Inmemorial me cayó bien, mientras que la Arconte aparece lo justo para temerle y alegrarse de que no ronde mucho más en la historia.
Y el final, damas y caballeros, es para maldecir a Scott (como Bell hizo por casi cinco minutos), preguntándose qué demonios significan todas las rarezas que hemos leído, antes de abalanzarnos sobre El Brujo (la siguiente parte) y desear que los buenos ganen, que los malos obtengan su merecido y que la humanidad sobreviva.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
P.D. Vuelvo a odiarte, Scott, vuelvo a odiarte (Bell rueda los ojos y se va).
Y por supuesto, los inmemoriales a los que sirve Dee son unas amables e increibles personas que... odio (?).
ResponderEliminarFuera de eso El nigromante me agrada. Josh se cuestiona un poco más las cosas, al menos :) Aunque es odiable...