sábado, 19 de mayo de 2012

Tinta a la Carta XXV: Cena en tres tiempos

~Entrada~
El Club de la Buena Estrella
(Amy Tan)
—¡Imagina, una hija que no conoce a su propia madre!
De pronto caigo en la cuenta de que están asustadas. Ven a sus propias hijas reflejadas en mí; las ven tan ignorantes, tan olvidadizas de las verdades y esperanzas que sus madres trajeron a Norteamérica como yo. Las ven impacientes cuando sus madres hablan en chino, considerarlas estúpidas cuando intentan expresarse en un inglés chapurreado. Advierten que la alegría y la suerte no significan lo mismo para sus hijas, que el concepto de «buena estrella» no existe para sus mentes, por completo americanas. Saben que los nietos que les darán no tendrán ninguna conexión con las esperanzas transmitidas de generación en generación.
—Se los diré todo —contesto, y al ver que me miran con expresión dubitativa, añado —Lo recordaré todo acerca de mi madre y se los transmitiré.

~Plato Fuerte~
Un Amante de Ensueño
(Sherrilyn Kenyon)
—¿Quién es Príapo? —le preguntó.
—Un dios fálico de la fertilidad que siempre se representa totalmente empalmado —contestó Selena en un susurro.
—¿Y para qué lo necesita Julian?
Su amiga se encogió de hombros.
—¿Porque quizá fue él quien lo maldijo? No obstante, si eso fuera cierto, aquí habría algo muy divertido: Príapo es hermano de Eros, por tanto, si Eros es hermano de Julian, hay bastantes posibilidades de que Julian y Príapo también lo sean.
¿Condenado a una eternidad como esclavo por su propio hermano?
La mera idea la ponía enferma.

~Postre~
Juego de Patriotas
(Tom Clancy)
—¿Todavía no los encuentran?
—No, estos tipos son profesionales, Robby.
Robby reaccionó con una pasión inusitada.
—¡De ninguna manera! Los profesionales no acostumbran lastimar niños. Estos solo son unos matones callejeros, Jack, y están jugando. Incluso hay una canción al respecto, la escuché el día de San Patricio: “Cuando leía sobre nuestros héroes yo siempre solía soñar que en los juegos de patriotas yo iba a participar.” Algo así dice —Robby sacudió la cabeza con disgusto —La guerra no es un juego; es una profesión. Pero a estos tipos les gusta jugar y llamarse a sí mismos patriotas, para luego ir a la calle a matar niños. Mira, Jack, cuando yo salgo con la flota, jugamos nuestro juego con los rusos, pero nadie resulta muerto porque los que estamos en ambos bandos somos profesionales y porque existen reglas y se respetan. Así es como se supone que debe ser.

Con mis agradecimientos a Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

No hay comentarios:

Publicar un comentario