Título: Fenris, el elfo (Crónicas de la Torre IV). También conocido como Crónicas de la Torre IV. Fenris, el elfo.
Autor: Laura Gallego García.
Sinopsis: Fenris es un elfo muy especial. Tiene grandes poderes y, en las noches de luna llena, una fuerza inexplicable le arrastra hasta convertirlo en un ser asombroso. [...] Aquí comienza su viaje hasta la Torre, situada en el Valle de los Lobos. (Extracto tomado de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Ediciones SM.
¿Qué les puedo decir? El orden de las Crónicas de la Torre dice que este es el cuarto libro, cierto, pero si alguno que ande por aquí ha leído la serie como yo, se dará cuenta que, cronológicamente, podríamos leer este libro antes que los otros tres y quizá no nos afectaría tanto. Pero vamos por partes.
Fenris es de la raza de los elfos, seres de ojos rasgados, elegancia natural y una vida que puede durar hasta mil años. Este personaje, que ha hecho su aparición desde El Valle de los Lobos, entró a formar parte de la historia por conducto de Suren, el Maestro, que lo necesitaba para manejar a los lobos que ejecutarían la maldición que pesaba sobre él. ¿Pero qué había llevado a Fenris tan lejos del Reino de los Elfos, en primer lugar? ¿Cómo fue su vida desde que nació, desde que se dio cuenta que no era un elfo como los demás, hasta que lo conocimos en el primer libro?
Pues bien, la cuarta entrega de las Crónicas de la Torre nos adentra a lo que fue la vida de este elfo desde poco antes de su nacimiento hasta su encuentro con el Maestro. Narra cómo fue que nació con esa "afinidad" con los lobos, cómo creció, cómo se dio su relación con Shi Mae (que por cierto, a Bell terminó de caerle mal en este libro, de por sí la elfa no era muy agradable desde La maldición del Maestro...), cómo fue a parar a tierras humanas y todo lo demás. Es, en gran medida, la historia de un ser que sufre por algo que no puede controlar, pero no por eso es malo. Simplemente que no tenía en quién confiar y los pocos que creyeron en él, tuvieron que quedarse atrás.
En lo personal, me agradó que Gallego García se tomara la molestia de sacar este volumen para presentarnos más de Fenris, ya que a lo largo de la serie, se convirtió en un personaje importante. Sin embargo, no me habría molestado si hubiera hecho algo parecido (aunque fuera un pequeño relato) sobre otros personajes igual de queridos y misteriosos (sí, Bell sigue terca en querer saber más de Saevin). Aquí no hubo demasiados personajes que me fascinaran, si acaso me hubiera gustado que Ronna le enseñara a Shi Mae lo que era amar en serio... y ya de paso, que le diera un par de bofetadas (Bell rueda los ojos). Disculpen mi desvarío, seguro que nada más lo entienden quienes hayan leído la serie, pero me daban ganas de soltarlo.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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